El otro día me preguntaba un compañero de afición en mi blog que como podía hacer fotos y que no le saliese el cielo quemado y si con sus nubes y demás, pero que no saliese blanco, que era lo que le ocurría a menudo.
Lo primero que tengo que decir es que vamos a partir que nuestra cámara está bien ajustada, esto es, que no hay algún ajuste “raro” colocado que pueda estropear la toma, porque se nos haya olvidado y esto que os puede sonar “extraño” os aseguro que ocurre muchas veces , por ejemplo podemos tener ajustado en la cámara la medición puntual y en fotos así:
Y eso es porque la medición se ocupa de la zona que os he puesto redonda en el centro intentando sacar lo mejor de ella y se “olvida” del resto.
Haciendo que al elevar la luz en la zona medida, eleve demasiado la luz del fondo y perdamos el cielo.
Bueno visto esto que simplemente lo digo para que tengáis cuidado y no sea que os ocurra algo así, ahora paso a comentaros cómo se puede hacer una buena foto de forma que salga el cielo y la tierra bien expuesta o al menos, si el margen dinámico no es excesivo salga bien ya que entonces si paso esto último no hay forma sin tomar algunas precauciones.
Tengo que decir antes que existen muchas formas sin duda, pero os comento esta porque es quizás la mejor que yo creo os puede servir, ¿cómo lo podemos hacer?
Lo primero es trabajar siempre en un proceso RAW doble de exposición lo más correcta posible mas un procesado posterior, de esta manera los resultados casi están garantizados.
Lo interesante es que el cielo no se queme y por tanto las luces de las nubes y cielo deben no sobrepasar el histograma en su parte derecha para así no perderse, luego ya vemos la primera condición de contorno que debemos seguir, pero ¿y cómo lo hacemos?
Es sencillo en estas situaciones deberemos medir la luz en aquellas zonas que son las más luminosas que no queramos que se quemen que en este caso es el cielo, para eso mediremos con medición puntual la zona más luminosa del mismo, de esta forma aseguramos que el cielo no quede quemado.
¡Pero cuidado no queremos subexponer el resto! por tanto hay que medir de forma manual el cielo y llevar con los controles de exposición, ya sea la velocidad de obturación o el diafragma, la exposición a la parte más alta del histograma, no lo hagáis con ningún tipo de compensación, simplemente exponéis y luego lleváis el histograma hasta el borde de la derecha, veréis que suelen ser unos dos pasos de media.
Os quedara algo así:
Con esto lo que estáis haciendo es ajustar el margen de la cámara lo más posible a la situación lumínica de la escena y por tanto además no quemaréis los cielos.
Con esto prácticamente tendréis la imagen casi perfecta, pero como es he comentado al principio queda un proceso posterior RAW que simplemente terminará de ajustar los niveles bien de la imagen, quizás haya que subir un poquito las zonas oscuras, por ejemplo en esta foto hemos hecho esto exactamente, el cielo ha salido bien el histograma está bien, pero aunque hemos seguido este método ha quedado el resto algo oscuro.
Bien esto en proceso RAW se queda muy bien subiendo el ajuste de sombras. Nunca la exposición, pensad por qué……
De esta forma hemos evitado tener una imagen así:
Para tener una imagen con mejor cielo, saturación de colores que da una mejor sensación.
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2 comentarios
Muy buen consejo para los que nos queda tanto por aprender.
Una pregunta, tú recomendarías una medición puntual (en mi cámara sobre un 3% del área del visor) o una medición parcial (en mi cámara sobre un 7.7% del área del visor).
Gracias.
Autor
Yo te recomendaría la medición puntual, para esto en concreto, la parcial estámás indcada cuando fotografías, por ejemplo, un retrato donde el fondo tiene un contraste muy alto, pero en este caso lo que deseas es medir en un punto la luz blanca que hay.